quiere tener el control.
Ese que más allá del límite de su cuerpo
no comprendió la realidad.
En su mente los fantasmas
se alimentan de la soberbia de su ignorancia
por poseer algo, alguien,
aunque sea el cómo
del tiempo un por qué.
Antes necesitaba prolijidad y orden
para poder entender algo
y sobre todo, si ese algo
tenía que ver conmigo.
Ahora no concibo la vida,
la creación y hasta la muerte,
sin el caos de la mancha.