Bienvenidos

"Hay objetos que siguen su órbita, y otros que espontáneamente se van chocando entre sí."

Empacando lo que no existe

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Por haberlo vencido,
El sueño, es nutrición del pensamiento.

No te oigo, no te veo, no te toco,
Pero estás, te siento. Te respiro.
¿Dónde? ¿Con que aires…?
En ninguno, en las sábanas del mío…

La posibilidad, es una arbitraria soledad elegida.
¿Y el viento, y los soles, y el rocío…?
Están contigo, dentro de mí.

No es real esa fantasía…
No tiene techo, pasaje ni argumento.

Por eso está viva…
Porque nadie la puede matar

Y entonces, no es ladrillo, ni es del tiempo…

Es nuestra, hoy, en la eternidad de este momento.

El Patinho de Krusty

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Tu esfuerzo por cautivar lo enturbia todo,
Porque a los aduladores, mi alma desprecia,
Ella no tiene aspiraciones ni falsas modestias.
No maldice a las canciones, mas si a sus tonos.

Ocupas un lugar para el que no has nacido,
Por más que sueñes con un cáustico soñar,
No es otro jardín, el que te madura seducido
Que el de las geishas, y su halagador caminar.

Y tú que te creías tan especial jazmín, a la flor
De un día te has reducido, a la joven admiración,
De los tunantes y desprotegidos, al montón
De rimadores sin musa, que componen sin candor.

No sólo perdiste la espontaneidad, sino también
El origen singular del guiño en tu sonrisa, del terraplén
Sobre el cual, el espíritu de tu nerviosa soledad se mofaba,
Se autoabastecía, y acunándose lloraba, reía, lloraba…

Y me dices que tus pies en medias, siguen escalando,
Pero yo veo a tus espaldas, y están rotas tus alas,
Ya no tienen fuerzas ni plumas para seguir volando.
¿Por qué te agredo? Porque de tu pureza, no haces gala.

El compromiso con el ya lo sé (La identidad)

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Emparentados al sangrante misterio,
Hay grandes cultores de las plantas.
Padrinos, de las amantes en cautiverio.

Roban el silencio, de las hojas sustancia,
Modelan las espinas a sus heridas infelices,
Rocían los capullos con el sudor de la abundancia.

Pero no se atreven a jugar con las lombrices,
Temen a la oscura tierra y a la interdependencia,
Aunque saben, hasta los labios de su decadencia,
Que el amargo abono, los nutre por las raíces.

No les interesa que su sabia roce al cielo,
Solo gustan de lo nimio, lo bello y lo rastrero.
Serán de sus planteras la maravilla soñada.
Dirán mucho, tendrán más. Serán poco, casi nada.

No estoy satisfecho (Steven Segal)

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No estoy satisfecho,
Mi salud es radiante.

No brillan estos ojos,
Ellos no sufrieron dolor,
Reflejan el resplandor…
De las gotas que acabo de recolectar.

No sé escribir,
Pero no es un lamento...
Algo derramaré más allá
Algo que no es de este momento…

Menos mal que lo aceptas,
Tu transcurrir es un infierno
No culpes a la sociedad,
Ella es la intuición sin saberlo.

Olvídate que existes,
Solo así te animarás
A desracionalizar lo que perdiste,
A ser de verdad…

Apatriado sin justicia,
Con que definición clarificas
Si corres asustado
Al documento de tus memorias
A dibujar con lápiz,
El disfraz de la neblina
Por creer en la realidad.

Y ahora para tus lentes,
Mi trapo quieres usar…
No está empañado el vidrio
De tanto suspirar,
Ves borrosa a la gente
Por el miedo de tu cuerpo
Que no para de temblar.

No estoy satisfecho,
Mi salud es radiante.

No brillan estos ojos,
Ellos no sufrieron dolor,
Reflejan el resplandor…
De las fronteras que acabo de cruzar.

No sé caminar,
Pero no es un lamento...
Algo extenderé más allá
Algo que no es de este momento…

Niños por los niños,
Es lo que reniegas…
El juego de la naturaleza.

Pero he aquí una verdad:
Vamos todos al mismo lugar,
No te pretendas más,
Ni te sientas menos…
De aquel lado
Toda distancia es eternidad.

Preguntando te respondo:
¿Acaso sospechas
Que desde este otro,
Lo eterno medirás?

¿Hasta cuándo te haré confesar?
Debes tenerlo para obviarlo,
Sin quererlo, no lo puedes negar,
Cuando estés vacio, te iré a buscar.

Sobre tus sábanas
Te sacaré a pasear,
Lejos de las posesiones
Te invitaré a cenar,
Y en el baile de las ilusiones,
Tu mente te seducirá,
Para sacudirte,
Para enaltecerte,
Para encintarte,
E irse a jugar.

No estoy satisfecho,
Mi salud es radiante.

No brillan estos ojos,
Ellos no sufrieron dolor,
Reflejan el resplandor...
De las semillas que acabo de encontrar.

No sé callar,
Pero no es un lamento...
Algo sembraré más allá
Algo que no es de este momento…

Te tratan como te ven

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“Hay idiotas que creen, que yo estoy convencido, de que me las sé todas…” Jacobo Winograd

"La verdadera filosofía, es reaprender a ver el mundo." Maurice Merlau-Ponty

Escuché a Mirtha Legrand, acertar con la frase “Te tratan como te ven…” tan magnífica afirmación, obviamente no es de su autoría. Veamos cómo, lo que en principios pareciera una vulgaridad cuestionable, se transforma, en un apotegma irrefutable.
Para no quedarnos en la precaria idea, de que si aparentamos una “buena” imagen, la gente nos va a tratar “bien”, desglosemos la frase, y esgrimemos la racionalización del espejo radar. Es decir, utilicemos lo que tenemos en frente, para de acuerdo a nuestra capacidad o reflejo, definir el origen o molde, donde deberán caber nuestras aserciones, ya que desde allí nacen.
“Te tratan como te ven”. Consientes o no, estamos entrando a juzgar al accionar del otro, por lo tanto, diríamos que el otro, nos trata “mal o bien”, según nuestro juicio o valor de mal o bien. Es lógico pensar que uno mide al otro, de acuerdo a como lo ve. Si lo ves bien, adjetivas que está bien. Si te juzga bien, entonces vos estás bien. Por ende, si vos estás bien, ves al otro bien, y consideras que el trato del otro hacia vos, es bueno. Mas si estás mal, ves al otro mal, y naturalmente, sea cual fuere el trato del otro, vas a clasificarlo de malo. El otro simplemente nos trata, a partir de ahí, nosotros significamos la definición del trato ajeno, de acuerdo a nuestro propio estado. Por eso, independientemente del trato en sí, es como estamos nosotros, lo que determina el trato del otro.
Un dato a reflexionar aportado por Emiliano: Inevitablemente en la parte blanca del yang se destaca el pequeño círculo negro, y en la negra del yin, el blanco.

Anoche soñé

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“La falta de humildad, implica, mucho de ella.”

“La vida es como un recreo en el bar, uno paga y elige, por la cantidad y la calidad de lo que toma, y luego, lo orina.”


Pero si tengo todas las condiciones para superar a cualquier mortal, ¿Por qué habría de esperar?
Porque te convertirás en un fantasma, y causarás la desesperación de quienes te conocen, de aquellos que en el baño del bar, te vean atravesar las paredes, con un modelador de telgopor en la mano.
¿Qué?
Si, padecerán pesadillas, al ver que te diriges, (con tu sonrisa sarcástica, llena de aceptación, de humor negro, de superación inalcanzable), al enchufe del baño, y sosteniendo el artefacto encendido, bañarte en el manantial de agua pura, que llueve desde el grifo.
Quedarán estupefactos. No por tu electrificante muerte. Tampoco por tu libertad. Si no, porque desearán ir a buscarte, porque te extrañarán, porque les pesarán las cosas que te hubieran querido decir. Querrán odiarte, o llenarte de culpas, y tú al desvanecerte, los dejarás solos con ellos mismos, con su propia impotencia. Y sufrirán en cada segundo que la soledad del trago amargo les proporcione, porque no se animarán a hacerlo, no te irán a buscar, y así, no podrán impugnarte, y tendrán que devolverle al espejo de sus sueños, aunque se mueran de ganas por negarlo, la misma mueca espantosa, una intensa carcajada irónica, que sin duda, es mucho más consoladora, que un angustioso llanto repleto de miedos y nerviosismos.

Nadie ocupa un lugar

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Tantos años seduciendo a las alas
En los besos de las plumas letras,
A las caricias en los dedos del albor,
Con manos auxilios y uñas promesas,
De mentiras relojes y heridas sinceras.

Siglos de búsquedas al viento,
En el origen del aire, la pasión
Por el temblor del suspiro, el control
Al deseo de medir sólo el momento.

Y de lo nuestro, ¿qué quedó?
Ríos, que viajan en camalotes.
Mares, que rocían la montaña.
Flores, que inician al océano.
Océanos, final de las lágrimas.

Es más fácil, sin convenios revertir
El vuelo desde el trayecto al umbral.
El retorno de la triste comedia singular
A la raíz del orgullo general.

Circular hacia atrás para robar,
Para atrapar al que nos cautivó,
Y dejarlo ir, sentenciado al sabor,
De pasar, de jugar, de sufrir…
De que ambos prescindamos de reglas
Que quieran volver a pactar…

¿Hay algo más lindo que un hombre…?

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“hay idiotas que confunden el fulgurar más puro de la pasión, con las hogueras de sus propios infiernos.” H. Krikorian


¿Hay algo más poderoso,
Que un hombre desengañado?

¿Hay algo más fuerte y bello,
Que un hombre desavenido,
Tirado, solo, triste, perdido,
Completamente desmoronado?

¿Hay algo más dócil, humilde,
Perfecto, libre y entregado,
Que el surco de las lágrimas secas,
Junto a la nariz de un hombre
Que toda la noche ha llorado?

¿Puede haber un callejón más oscuro,
Un pensamiento más desordenado,
Una botella más vacía,
Un basurero con más espinas,
Una poesía más deshojada,
Que un hombre cuando admite,
Que del amor y de la vida
Aunque mucho ha sufrido
Todavía no sabe nada?

Si, lo hay…

Hay mujeres aguerridas,
Valientes, sensibles y osadas,
Que están dispuestas a amarlo.

Monoaural

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Quiera o no, tengo una falla en la tarjeta de sonido de la PC. Es extrañísimo, sólo se escucha uno de los parlantes, pero si pongo los auriculares escucho estéreo. Cualquiera diría que el problema está entonces en los parlantes, mas no es así, ya que conectados a otro equipo, con el mismo cable, funcionan perfectamente. ¿Qué ocurre entonces?
La plaqueta de audio se manifiesta según su propia discreción. He intentado todo tipo de intromisiones arbitrarias, y no sólo físicamente, he llegado al grado de adulaciones, rezos, y otras veneraciones generosas, sin obtener resultados fehacientes, es decir, a veces suena estéreo, con los parlantes puestos, y a veces no, o sea que evidentemente no está relacionado a mis intervenciones materiales o devocionales.
Mi plaqueta de audio, es independiente, no se encuentra en la placa madre, y tampoco respeta mi voluntad, considerando que soy como su “padre”. ¿Qué hago con ella?
¿Me estará queriendo decir algo? ¿Les estará queriendo decir algo?

El otro lado de la cuna

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(Un abuelo cristiano de 75 años, y su nieto bautizado pero ateo de 15 años, toman mates juntos, y conversan…)
-¿Abuelo, por qué crucificaron a Jesucristo, si era tan buen tipo?
-Porque él había crucificado antes a todos los hombres con sus palabras, pero sobre todo, con sus ejemplos.
- ¿Cómo, no era que les ofrecía amor y paz eternamente?
- Si pero tanta “divina libertad”, para algunos es una cruz enorme. El amor que Jesús profesaba no se limitaba a una parte. “Amor” es la armonía del universo, está en todo y en todos, por eso nunca se pierde. Debería llamarse totalidad, eso sería “verdadero amor”.
-No entiendo, ¿habría que amar la guerra entonces?
- Si hubiéramos amado, tan sólo una guerra, hubiéramos aprendido de ella lo suficiente como para no insistir. Pero no las “amamos en su totalidad” las glorificamos en la parcialidad que nos incumbe, o las denostamos en la otra mitad.
- Ah… y que… entonces… ¿eso mismo hacemos con las personas que supuestamente amamos?
- Jejeje, no sólo con las personas, también con las ideas, las acciones y las situaciones diarias.

Cuenco rojizo

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Vientos sin aires.
Flores suspiradas
En el perfume del desaire,
Fugazmente elevadas.

Secretos misteriosos
De jueces y bandidos,
Corrompen lo ocioso,
Seduciendo al oído,
Con versos vanidosos.

Caricias aficionadas,
Turban las expectativas,
Y se frustran escalonadas,
Por negarse furtivas.

Martirios circulares,
Mezclan los ciclos,
Y a los anillos finales,
Los vuelven principios.

Cucharas que baten,
Mentiras y amores.
Terrones que yacen,
Entre sus albores.

Postres y arroces,
Labios sin encanto.

Silencios y toses,
En el mar blanco.

El velorio, la vela y la procesión

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Reconozco que fui prácticamente cegado por la inconsciencia del miedo, pero en lugar de ponerme anteojos e intentar disimularlo, preferí aceptar la incapaz crudeza de perderme entre los que no pueden, ni saben ver. Sin valerme de los ojos, empecé a guiarme utilizando otros recursos. La experiencia comenzó a dilatar mis pupilas, permitiéndome descubrir las distancias y las formas, a partir de una simple y sugerente silueta. Con paciencia y asimilación, el tiempo me enseñó, que un tenue brillo define más que el sol.
Una noche sin luna, salí a caminar por las barrancas del río. Nadando seguro en la inseguridad de los pensamientos, y esclavizado entre las libres olas de los argumentos, pude ver claramente, mi rostro sobre el agua. Después, todo fue un espejismo. Mi reflejo, estaba en cada observar del más allá de las cosas. Un mundo tan circular como el ojo, me ubicaba en el centro del iris terrenal.
Por suerte, esa misma noche, perdí la voz. Tuve que desarrollar una comprensible manera de expresión. Sintetizar en gestos limpios mi verborragia. Todo a lo que quería referenciar, lo debía demostrar actuándolo, realizándolo, siéndolo.
El remedio de cultivar la voluntad y el silencio, me sanó entre cosechas de sincera humildad y natural precisión.
Luego, me siguieron ocurriendo “desgracias” que terminé agradeciendo, como la quebradura de tobillo, que me enseño a viajar, sin moverme del sillón.
Parece mentira que la ausencia de una capacidad, provoque el espacio que la supera.
No sé cuando me tocará partir, ni hacia dónde me llevará ese viaje. Algo me hace creer, que del otro lado de las necesidades, está la sombra de la verdad, proyectada por los eternos sueños del instante. Creo, pero la fe, no me ciega.

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Canto, desesperadamente canto/ con voz de tinta y letra de agonía/ rota por dentro, loca por fuera." Maria Elena Walsh

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