(Un abuelo cristiano de 75 años, y su nieto bautizado pero ateo de 15 años, toman mates juntos, y conversan…)
-¿Abuelo, por qué crucificaron a Jesucristo, si era tan buen tipo?
-Porque él había crucificado antes a todos los hombres con sus palabras, pero sobre todo, con sus ejemplos.
- ¿Cómo, no era que les ofrecía amor y paz eternamente?
- Si pero tanta “divina libertad”, para algunos es una cruz enorme. El amor que Jesús profesaba no se limitaba a una parte. “Amor” es la armonía del universo, está en todo y en todos, por eso nunca se pierde. Debería llamarse totalidad, eso sería “verdadero amor”.
-No entiendo, ¿habría que amar la guerra entonces?
- Si hubiéramos amado, tan sólo una guerra, hubiéramos aprendido de ella lo suficiente como para no insistir. Pero no las “amamos en su totalidad” las glorificamos en la parcialidad que nos incumbe, o las denostamos en la otra mitad.
- Ah… y que… entonces… ¿eso mismo hacemos con las personas que supuestamente amamos?
- Jejeje, no sólo con las personas, también con las ideas, las acciones y las situaciones diarias.
1 Algo para decir??:
Dejarse llevar por el amor es fácil, cargarse el amor en las espaldas es digno de titanes y sólo para valientes. Un gran abrazo.
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