Cuando el sincretismo de la vida
decida volver a ser uno,
las miles de gotas lógicas
lloverán sobre
la realidad del viaje
del techo de cada pasajero.
Cuando el sincretismo de la vida
Acá, ahora,
en los otros mundos
del mundo,
como un aliento congelado
en la cima de la coronilla,
como un salvador vandálico
que se rompe entero
crucificando el ancho y el largo
con la niebla del retorno.
Pensar el conventillo de la contemplación, a partir de la postura de ser la última vez que volverás a practicarla, es sacarse las ganas de realizar todas las acciones posibles.
Una frase oída en los pasillos de la universidad de la música, en la boca de buenos aires, en los pensamientos inagotables que tienen los tiempos de los malos humos, decía…
La intensidad en las notas, ubicadas todas en una, más allá de ser la última, jamás compondrá un tango.
No obstante, es un final del vivir cada beso, los días que transcurren en la bailanta.