Sé desde antes que nacieras,
porque huía al lugar de los muertos
antes que los muertos nacieran,
porque algo nos enseña lo que no queremos
aprender.
Me doy cuenta
que sé
porque puedo perdonarte.
Sé que debo escaparme
entre mis ladridos de noche
a la luna de las burlas,
y estrellarme
como se estrellan
los que pueden,
los que brillan,
los que aman.
Sé que dejar libre al amor,
y no otorgarle voluntad,
y no ofrecerle resistencia,
es igualable a ser Dios,
pues solo El se realiza en su contra.
Perdónalos Padre, no saben lo que hacen...
¿Y acaso no es eso lo que debían hacer?