Para generar culpa,
Robarse el motín,
O santificar a la piedad.
La matanza se alza generosa,
En su participación autoproclamada,
De corrupción inevitable y onerosa.
Educadora a nivel inicial.
¿Potencia la capacidad individual,
Fomenta la expansión general,
O acumula castigos
Al rebelde sin amigos,
Y premios al egoísta que aporta el ejemplo
De servidumbre referencial?
Lo que mata, es lo secundario.
Repetir, callar, sumisión sin vocabulario.
No sé porque le dicen la edad del pavo,
Pero si los estigmatizan, ¿será porque les tienen miedo?
Si los marginan con la indiferencia,
Si les critican falta de experiencia,
Y los usan como fuerza de choque,
¿Lo hacen para que luego de pavos,
Se conviertan en gallinas, cuervos, chanchos o coyotes?
¿Y las águilas para cuando?
La tercera parte, universa lo secular.
Manifiesta, adoctrina y relaciona, pero hasta ahí nomas.
Profundiza la vanidad, y define las formas para certificar.
Rotula con esmero, y entre tanto esfuerzo y traqueteo,
Insinúa libertades a costos, asegurando que algún precio hay que pagar.
Pero el despropósito,
Cobra valor, cuando un insólito rol,
Genera promiscua presa,
E irrespetuoso cazador.
Un salario posición,
Oculta las ansiosas falencias fálicas
En el desequilibrio del torturado torturador.
Es en el goce de esa percepción,
Que me propongo cual juego, circular y creador,
Perseguir al perseguidor.
Aceptemos el fracaso,
De que son muy pocos los que disfrutan lo que hacen.
En especial por el ritmo y la exigencia que se les impone.
Desde chicos, jugamos un juego,
En donde la banca, fija leyes y reglas,
Imprime papeles y libretos,
Y aunque los puntos pierden,
Todos deseamos ganar.
Todos lo hacemos por algo,
A muchos, hasta nos gusta apostar,
Aprendimos a quererlo, y a soportarlo.
Pero, ¿Para eso estamos aquí. A eso hemos venido?
¿SOBREVIVIR?
¿Pertenecer a una realidad
Que no aplica el significado de la palabra IGUALDAD,
Aunque la busque sin cesar?
El problema no es dirigencial,
Es mucho más grave.
Es de consciencia, y de LIBERTAD.
1 Algo para decir??:
Estos discursos así medios versados, lejos de poesía, o reflexión intelectual, son la forma natural en que toso el humo de toda la porquería que me tengo que fumar.
No soy marioneta de ningún político o régimen, no los fumo más, los escupo, no porque no los quiera, o no los pueda perdonar, o no me den lastima... sino, para no intoxicarme y envenenarme con sus ridículas mentiras y sus injustas leyes, que da la casualidad que ni los bancos, ni ustedes, ni los empresarios, ni los militares o cualquiera que tenga una palanquita cumple.!!!!
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