En las explicaciones del
ser,
perder el propio yo
y diferenciar la mentira
es no olvidar la infinita
contradicción.
No creerme único, no
creer.
Así más que conexión,
más que pasión,
más que moda o fluidez:
DIFERENCIA.
Él o ella, soy yo.
El otro también es un yo,
eso es la única
consciencia.
No hay diferencias, entre
lo que pasó
entre lo que me trajo
hasta acá,
entre lo que me llevará
y lo que me llevaré,
dejando lo que soy,
siendo lo que fueron,
lo que hicieron que
fuera.
NO HAY DIFERENCIAS,
NO HAY LIMITES,
NO HAY SOLUCIÓN,
hay un yo,
hay que perderlo.