Bienvenidos

"Hay objetos que siguen su órbita, y otros que espontáneamente se van chocando entre sí."

Si estuvieras conmigo…

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Ayer fui a un lugar donde te daban lo que querías.
Al que quería todo, le daban todo.
Al que quería nada, le daban nada.
Lo curioso es que la gente igual se quejaba.
Decían, quiero la mejor parte de esto, y la mejor parte de aquello.
Después, la mayoría aun seguía reclamando,
Porque el resultado tampoco los conformaba.

3 Algo para decir??:

Infinitocero dijo...

Me gusta esta entrada. Es sencilla y directa, como todas las cosas verdaderas... En ella, entiendo, se expresa la esencia de la ansiedad y la infelicidad vitales del hombre... Esto es, desear, desear, desear.
La mente "siempre quiere". Se alimenta del "desear". Y para mantenerse dominante siempre quiere lo que no tiene aquí y ahora. Da igual que lo que en el momento haya obtenido sea la consecución de un deseo, transcurrido el efímero período de chute cerebral que esta consumación implica, para mantenerse activa y dominante, la mente habrá de seguir "deseando" algo que no tenga en este momento. Desear, desear, desear... proyectarse en el deseo hacia el posible futuro en que éste sea consumado, anestesiando así nuestro presente mientras soñamos despiertos nuestro futuro. Del mismo modo que despertamos de las ensoñaciones del estado de sueño hemos de despertar de las ensoñaciones de la vigilia. Gestionar adecuadamente el “deseo”, hacerlo desde el Ser desenfocado que se manifiesta en la sonrisa del sedente en lugar de hacerlo desde el ego como centro mental de acumulación de valores, abstracciones, ideas y objetos mentales, es una de las herramientas que favorecen este Despertar a la Realidad no filtrada por los pensamientos dominantes y sus objetos de deseo o rechazo.
Desear no es malo, nos moviliza. Alienarse en el deseo no es conveniente, nos desconecta de la Fuente del Presente en la que verdaderamente somos y desde la cual nuestros deseos y acciones para conseguirlos se tornan verdaderos como el Yo que somos en este momento del cual, estos deseos y acciones realmente conectados al presente, forman parte indisoluble.

Anónimo dijo...

desde afuera de este post gracias!

Ignacio Reiva dijo...

El problema del deseo es que debe pelear con la satisfacción, y es una pelea a muerte. Un gran abrazo.

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Canto, desesperadamente canto/ con voz de tinta y letra de agonía/ rota por dentro, loca por fuera." Maria Elena Walsh

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