Si la vida está pulverizada por las relaciones, la sociedad, la política ¿Por qué no aceptar la particularidad de la nuestra y practicarla sin demagogia, sin conscriptos? ¿Acaso es frágil la soledad del sabio?
¿La necesidad de trasmitir es sobre el espíritu crítico, la producción de herramientas interpretativas o sobre la transcripción de experiencias plausibles a la generalización?
Mi política es humildemente anarquista, en la medida de su autodestrucción natural y su flexibilización democrática, donde la realidad tripartita ciertamente se divide interdependizándose, generando tribunales poco serios, pero, de resultados dispuestos a su cotejo cotidiano y constante.
Mi corazón está divido en tres, mi mente y mi espíritu, también.
0 Algo para decir??:
Publicar un comentario