Fosas del encanto

Tu calor inició un volcán
porque todo lo que hace bien
siempre hace mal.

Tu amor traspasó mi vida

fucilazo incontenible,
para lo que eran heridas

y para las que lo serán.

Lava sobre el teclado

es lo que queda
de la noche en tus brazos
cuando llegó la despedida

y arrasó con todo,
desatando un temporal.

Había amor en las nubes,
aunque caía el invierno en ti.

Fui a las calles de tu ciudad
con mi gran frazada,

pero vos todo el tiempo estabas
dando vueltas y más vueltas

en la rotonda

de las conexiones frustradas.

Agitando una vergüenza
loco de aquí para allá,
transité días helados

casi como todos los demás.

Pero tenía dentro una llama,
Una luz de tu fusil

que siempre me contrastaba.

Algo de vos en el centro de mí,
una fuente en el jardín
un recreo de la impiedad.
Pero era inútil sonreír

y con tus sogas jugar,

si todo el tiempo era yo
en un mismo lugar.

Ahora sólo le pregunto a tu Dios,

¿Cuánto tendré que soportar

en las Fosas del Encanto?